En la época de las soledades interactivas, como las denomina Dominique Wolton en Internet ¿y después? (2000), febril e intensa de relaciones sociales a través del ciberespacio, vosotros, los participantes en el taller Vasos comunicantes (III Congreso Internacional de Educación Patrimonial) habéis llenado el espacio virtual de contenidos y emociones. Al inicio del taller, os pedí sabiduría y pasión a la hora de interaccionar con el elemento patrimonial que habitábamos desde hace días (antigua fábrica de cerveza El Águila), y lo habéis conseguido. Todas vuestras intervenciones las podéis encontrar en el #storify pinchando sobre la imagen:
¿Por qué la metáfora de los vasos comunicantes en este taller? los vasos comunicantes, en física, son sistemas compuestos por 2 ó más recipientes en donde uno con mayor nivel de líquido que el otro, se unen a través de un tubo generando un desplazamiento de líquido hasta igualarse ambos. En nuestro caso, los recipientes éramos nosotros mismos, y aquí el líquido es muy personal y transferible, nuestras vivencias con y a través del patrimonio; el tubo conector, las redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram). Las personas somos las que llenamos de contenidos, en nuestro caso los medios de comunicación sociodigital; bebemos unos de otros, nos alimentamos y retroalimentamos y en este taller ha habido grandes aportaciones, no es cuestión sólo de «cocer o enriquecer» como pregunté durante la actividad, es cuestión de qué todo lo que hacemos suma en beneficio de la visibilización e importancia de los patrimonios.
Habéis lanzado interesantes preguntas:
¿Vasos incomunicantes? No dejan sacar fotos dentro del edificio a las columnas originales de la fábrica. Aroia Kortabitarte
Natural y cultural ¿realmente hay debate? somos holísticos. Borja Asó
¿Quién guarda la verdad verdadera? ¿la verdad de quién? ¿La verdad se encuentra en un archivo? Koro Campos
¿Qué relaciones establecemos con el patrimonio a través de la pantalla? Ruth Marañón y Clara Pérez
¿Será verdad todo lo que nos cuentan las RRSS? Borja Asó
¿Existe lo no perecedero con respecto al patrimonio? Yo no me lo creo. Naiara Vicent
Todas ellas, a pesar del tiempo que se lleva hablando de patrimonio, siguen apareciendo en nuestras conversaciones: ¿no ayudaría a una mejor visibilización del patrimonio si nos dejaran tomar fotografías de muchos sitios que visitamos? ¿Quiénes son los verdaderos guardianas de la memoria y la verdad en cuanto a los patrimonios? ¿Cómo nos relacionamos con el patrimonio a través de las tecnologías y las pantallas? ¿Es el patrimonio perecedero? Si somos las personas las que estamos detrás de cada perfil dentro de las redes sociales ¿contamos la verdad? ¿Cuál? Preguntas todas ellas que, a día de hoy, parece que no están contestadas del todo.
Y etiquetamos con nuestras sensaciones y opiniones lo que vamos encontrando a nuestro paso en el Centro Cultural El Águila. Y no solamente en redes sino también en papel, porque no debemos olvidar que, a día de hoy, virtual y físico deben complementarse y completarse, y ambos forman parte de una misma realidad:
El diálogo se amplia con nuestro posicionamiento en redes sociales ¿por qué estamos y cómo? Las redes sociales 2.0 han venido a crear una estructura participativa más democrática, horizontal y, sin embargo, parece que aún tememos manifestarnos en estos espacios ¿Qué es lo que no nos lo permite? ¿Qué nos hace estar en redes pero no pasar de un «me gusta» un «favorito»? Nosotros tenemos la llave para revertir que el patrimonio sea tomado, en muchas ocasiones, como algo simple, causa de risa o de crítica sin fundamento. Debemos perder el miedo a las redes.
Los que hablamos de patrimonio tenemos claro porqué lo hacemos: porque sabemos que nos constituye, forma parte de nosotros, de lo que heredamos pero también nos ayuda a construirnos, día a día, a través de nuestras relaciones y nuestra práctica profesional. Como bien dice una de las participantes en el taller «soy reflejo de mi patrimonio».
Así que, en nuestras manos está dar a conocer la importancia de los patrimonios; los individuales y los colectivos; los heredados del pasado y los que vamos configurando en la actualidad; los histórico-artísticos y los literarios; los materiales e inmateriales… Todos. Para una mayor sensibilización y conservación de los mismos, unos aprendizajes integrales a través de ellos, una construcción de comunidades culturales dialogantes y críticas, donde los individuos sean canales de creación, producción y difusión de patrimonio.
Todos ellos, sin distinción, de manera transversal, nos constituyen como personas, como identidades socioculturales. Uno de nuestros centros de acción debería constituirnos en puentes tendidos entre las personas y su patrimonio, nuestro patrimonio.
Investigadores, gestores, comunicadores, educadores patrimoniales… es nuestra misión:
«L@s educador@s patrimoniales somos el agua y el abono para que #naturalycultural crezca, florezca, de frutos y esparza la semilla» Koro Campos