De todo se aprende. Museos y Aula


por J. Santiago González. Profesor de Educación Plástica y Visual en el I.E.S. Pablo Neruda (Leganés, Madrid).

 

En mis clases, la visita a una exposición es un recurso didáctico con el que intento llevar el aula al museo. En ese sentido se puede considerar que la visita a una exposición no es una excepción al planteamiento didáctico de mis clases, sino un modo más de desarrollar el currículo. Lo excepcional corresponde entonces al entorno donde se desarrolla la experiencia y a la metodología utilizada.

Cuando a comienzo de curso buscamos, desde el Departamento de EPV, una exposición para trabajar en ella con nuestros alumnos, seleccionamos aquellas que puedan relacionarse con los proyectos o actividades que planteamos para el año escolar (1). Para incorporarlas al currículo, diseñamos actividades relacionadas con el contenido de las exposiciones seleccionadas. Estas actividades se desarrollan antes de la visita, durante y después de la misma.

“Enseñar es como dar lo que no tengo”, Elizabeth Ellsworth (2)

Intuitivamente, pretendo en mis clases que mis alumnos sean capaces, al terminar el curso, de tener opiniones propias sobre temas artísticos, de emitir un juicio crítico o valorativo sobre determinadas obras de arte, aunque se produzca a un nivel muy elemental.

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Proyecto Tensiones. Intervención en la fachada del I.E.S. Pablo Neruda (Leganés, Madrid)

De alguna manera he estado situando esto como uno de los objetivos de la materia: generar en el alumno la capacidad de emitir una valoración, una especie de juicio estético. Es decir, que además de desarrollar una serie de capacidades específicas del lenguaje artístico, los alumnos debieran desarrollar otras capacidades de tipo cognitivo.

Para conseguir este objetivo, durante el curso trabajamos con contenidos propios del área, incorporamos datos sobre arte, artistas y movimientos artísticos, relacionamos contenidos, los comparamos, aprovechamos la experiencia de las visitas a museos o exposiciones… Ampliamos las referencias artísticas de los alumnos, intentando que superen prejuicios respecto al arte contemporáneo… o no.

Conocimientos de historia del arte y de estética deberían ir unidos a los procesos creativos propios del Área de Educación Plástica y Visual. La educación artística es algo más que enseñar habilidades y destrezas manuales. Es un área compleja y específica de la enseñanza en la que el contenido se aprende y se genera a la vez.

Entiendo que un proceso educativo produce siempre una modificación. Creo también que esa modificación se produce en varias direcciones: no sólo en el alumno, también en el profesor… y también en el contexto.

“Enseñar arte significa pretender que penetre la vida en la escuela con las aspiraciones de espontaneidad, creación, emoción y que la libertad tenga protagonismo” (3).

Me parece importante que la educación artística se plantee en torno a cuatro áreas:

  1. Arte (Contemporáneo)
  2. Museos. Centros de Arte. Galerías de Arte. Patrimonio
  3. Educación Plástica y Visual. Currículo de Eso
  4. Educación. Procesos de Aprendizaje. Evaluación

Estas áreas se relacionan entre sí en un feedback sin fin. El arte contemporáneo se sitúa como punto de partida (sin olvidar que el área de Educación Plástica y Visual también se puede convertir en un emisor que genere experiencias de arte contemporáneo).

Nuestra tarea como profesores, convive con la teoría y con la práctica educativa, pero esta última adquiere un sentido predominante, primando lo posible sobre lo hipotético. La urgencia del trabajo con los alumnos hace que no seamos plenamente conscientes de los criterios pedagógicos que lo sustentan y, además, que desconozcamos los planteamientos didácticos nuevos que se están investigando.

“(…) opción ante la que ha de elegir el profesor: enseñar para la contemplación, o enseñar para la comprensión.” María Acaso (4)

El acceso al relativismo (admitir que el arte puede ser cualquier cosa que a uno le guste) es una característica del pensamiento que se adquiere en torno a la adolescencia. Esta habilidad específica, y otras que se desarrollan con el conocimiento artístico, enlazan con habilidades generales del desarrollo cognitivo (5).

 “Las artes visuales favorecen el desarrollo de procesos cognitivos de orden superior, de la esfera emotivo afectiva y de la imaginación” (6)

Al currículo no se accede únicamente a través de los libros de texto, sino de una manera más amplia, atendiendo a nuestro entorno. Para transmitir, explicar o incluso enseñar y no digamos educar… podemos utilizar lo que está a nuestro alrededor. El uso que hagamos del entorno estará mediatizado por nuestra ideología, por nuestro posicionamiento educativo, por nuestros condicionantes…

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Alumnos de 1º ESO en la Gao Magge Gallery, Madrid.

Un repaso a las diferentes propuestas metodológicas que se han utilizado en la educación artística ayuda a entender, por un lado, lo que se hace en el aula de un modo más o menos intuitivo y, por otro, enseña nuevas posibilidades de acción. Entre ellas, señalaría como más interesantes aquellas que:

  • Reconocen la función cognitiva de las artes
  • Plantean que es necesario partir de una disciplina del área en la que intervienen otros aspectos, además del creativo.
  • Hacen referencia al valor de la recepción como proceso determinante para completar la obra artística.
  • Incluyen la emoción como un valor cognitivo.
  • Valoran el proceso por encima del resultado.
  • Replantean la direccionalidad del proceso educativo, haciéndolo más democrático.
  • Admiten un planteamiento crítico tanto con la forma en que se produce la educación en el aula, como con los contenidos que se imparten.
  • Promueven, a través de ese planteamiento crítico, un cambio en el entorno.

“El museo cesa de ser un lugar de espectáculo, de conservación y preservación, para constituirse en ámbito de producción”, Alicia R. W. de Camilloni (7)

Es en este punto donde intervienen de un modo decisivo los departamentos educativos de los museos y centros de arte, ya que representan, para el profesor, un eslabón entre la investigación educativa y la práctica docente.

Los departamentos educativos de los museos, por la relación de sus componentes con la universidad, por el trabajo que realizan mostrando y reflexionando sobre su trabajo en publicaciones, encuentros, etc., están más cerca de los últimos trabajos de investigación en educación y aprendizaje de lo que estamos, generalmente, los profesores de educación secundaria. Por ello, el conocimiento de la metodología que aplican los museos en su trabajo con jóvenes es, en sí mismo, un recurso educativo de primera magnitud.

ImagenAlumnos 1ª ESO en la exposición de Hans-Peter Feldmann, MNCARS

En encuentros con educadores de museos he podido constatar que la innovación en el planteamiento y los posicionamientos críticos tienen mucho peso en sus propuestas. En los ámbitos artísticos y educativos se le está otorgando especial importancia a los planteamientos y los procesos, al margen de los resultados. Muy interesante para nosotros, como profesores, es el giro educacional como referencia metodológica y creativa en los ámbitos museísticos, consecuencia del cual se pueden generar experiencias artísticas a partir de propuestas educativas.

 «Being an artist entails the assumption that everything in life is relevant», Ken Lum (8)

El arte forma parte de nuestro entorno. Es otro elemento más que permite ser utilizado. Pero también es un método, en el sentido de que plantea interrogantes o propone respuestas a cuestiones. Es un medio de acercamiento al conocimiento. El arte contemporáneo es la fuente más cercana en la que basar nuestro trabajo.

Notas y bibliografía

(1) Aunque también se da el caso en el que una exposición concreta nos motiva la génesis de un proyecto o una actividad en torno a ella.

(2) Ellsworth, Elizabeth (2005). Posiciones en la enseñanza. Diferencia, pedagogía y el poder de la direccionalidad. Madrid: Akal. (Publicado originalmente en 1977 por Teacher Colllege, Columbia University). Pág. 27.

(3) Calaf, Roser y Fontal, Olaia. (2010). Cómo enseñar arte en la escuela. Madrid: Síntesis. Pág. 47.

(4) Acaso, María. (2009). La educación artística no son manualidades. Nuevas prácticas en la enseñanza de las artes y la cultura visual. Madrid: Catarata. Pág. 126.

(5) Gardner, Howard. Recogido por: Pol, Elena. La construcción del concepto de estilo y el proceso de recepción de la obra de arte. Tesis doctoral dirigida por Valeriano Bozal. Departamento de Historia y Teoría del Arte. Universidad Autónoma de Madrid. (Inédita)

(6) Santamaría Antonio, Javier. (1997). Pensamiento y práctica del profesor de historia del arte en la educación secundaria. Tesis doctoral. Universidad del País Vasco. Departamento de psicología evolutiva y de la educación. Vitoria-Gasteiz. (Inédita)

(7) Ideas para un prólogo. En la obra de Silvia S. Alderoqui (comp.) (1996), Museos y escuelas: socios para educar. Buenos Aires: Paidós. Pág. 19.

(8) Lum, Ken. Dear Steven. En Madoff, Steven Henry (ed). (2009). Art school (Propositions for the 21st century). Cambridge, Massachusetts: The MIT Press.

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